Nuestros muebles requieren poco mantenimiento, sin embargo es importante realizar limpieza con frecuencia para evitar que el polvo percuda los tejidos. Aspirar las telas y limpiar las estructuras con un paño húmedo va a garantizar que el producto se mantenga en buenas condiciones. En caso de manchas se debe actuar rápido para evitar que estas afecten las telas o las estructuras. Para el caso de los productos en madera, esta se debe hidratar al mes una vez al mes ya que la madera tiende a adquirir un tono grisáceo por los efectos del sol. Para muebles a la intemperie se debe realizar un lavado frecuente para evitar manchas de moho producidas por la humedad o manchas causadas por agentes externos como bloqueadores solares. Es importante diferenciar entre un mueble de exterior y un mueble de intemperie. Los primeros deben estar protegidos por un techo, ya que aunque sus materiales son más resistentes que los de un mueble de interior, el diseño no está diseñado para condiciones de lluvia constante o sol directo.